Eliminación de Grasas y Aceites en Aguas Residuales de la Industria Automotriz 01

Caso de Éxito: Eliminación de Grasas y Aceites en Aguas Residuales de la Industria Automotriz

El tratamiento adecuado de aguas residuales industriales es esencial para garantizar la eficiencia operativa y el cumplimiento de las normativas ambientales. En esta ocasión, abordamos el caso de una empresa del sector automotriz que enfrentaba una alta concentración de grasas y aceites en el influente de su planta de tratamiento (PTAR).

La Eliminación de Grasas y Aceites en Aguas Residuales de la Industria Automotriz es un proceso fundamental para evitar obstrucciones, reducir la carga orgánica y cumplir con los estándares ambientales. Estos contaminantes, generados en talleres, líneas de ensamblaje y procesos de lavado de piezas, pueden interferir con los tratamientos biológicos y químicos si no se remueven adecuadamente. La implementación de sistemas de separación por flotación, trampas de grasa y tratamientos físico-químicos permite mejorar la calidad del efluente y proteger los equipos de tratamiento.

El tratamiento de aguas residuales es esencial para preservar la salud pública y el equilibrio ambiental. Las aguas residuales provienen de usos domésticos, industriales y comerciales, y contienen materia orgánica, inorgánica, microorganismos patógenos, nutrientes y compuestos tóxicos. Su acumulación genera malos olores, contaminación y riesgos sanitarios, por lo que deben ser recolectadas, tratadas y dispuestas adecuadamente.

El tratamiento se divide en operaciones físicas, químicas y biológicas, agrupadas en tres etapas: primaria, secundaria y terciaria. El tratamiento primario elimina sólidos sedimentables mediante sedimentación y desbaste; el secundario reduce la materia orgánica con procesos biológicos (como lodos activados y lagunas aireadas); y el terciario o avanzado elimina nutrientes, compuestos tóxicos y sólidos disueltos mediante técnicas como filtración, adsorción y precipitación química.

Las características físicas del agua residual incluyen sólidos totales, olor, temperatura, color y turbidez; las químicas, la presencia de materia orgánica e inorgánica y gases; y las biológicas, la diversidad de microorganismos, algunos patógenos, otros útiles para el tratamiento. La Demanda Bioquímica de Oxígeno (DBO) es un parámetro clave para medir la contaminación orgánica y diseñar plantas de tratamiento.

El tratamiento biológico utiliza bacterias, hongos, algas y protozoarios para degradar la materia orgánica y estabilizar los residuos. Se distingue entre procesos aerobios, anaerobios y anóxicos, que permiten la eliminación de DBO, nitrificación y desnitrificación.

El tratamiento avanzado mejora la calidad del efluente para reutilización o vertido, eliminando sólidos, nutrientes y compuestos tóxicos. La recuperación del agua tratada puede destinarse a riego, recarga de acuíferos o uso industrial. También se gestionan los lodos generados, cuyo manejo y disposición final representan un reto ambiental.

En conclusión, el tratamiento de aguas residuales combina procesos físicos, químicos y biológicos para eliminar contaminantes y proteger la salud y el ambiente. Su eficiencia depende del diseño adecuado, la caracterización del agua y la correcta operación de las plantas, garantizando la sostenibilidad de los recursos hídricos.

Problema Detectado

La planta presentaba una presencia excesiva de grasas y aceites, con valores superiores a 500 ppm. Esta situación comprometía la calidad del efluente tratado, representando un riesgo ambiental y operativo.

Resultados Obtenidos para la Eliminación de Grasas y Aceites en Aguas Residuales

Gracias al tratamiento aplicado, se lograron los siguientes resultados:

  • Reducción efectiva de grasas y aceites a niveles inferiores a 5 ppm.
  • Superación del objetivo establecido (<15 ppm).
  • Proceso continuo y estable, garantizando la eliminación sostenida de contaminantes.
  • Mejora en la calidad del efluente y cumplimiento con las regulaciones ambientales.

Conclusión

La implementación de Romaflock 309 y Romaflock 411 resultó en una solución eficaz para la eliminación de grasas y aceites en aguas residuales. Este caso demuestra cómo el uso de productos especializados y un control riguroso pueden optimizar los procesos de tratamiento y asegurar el cumplimiento normativo en la industria automotriz.

Nuestros casos de éxito demuestran el valor de una gestión proactiva. Si buscas prevenir problemas en tus procesos industriales, en Químicos Roma tenemos las soluciones.

¿Estás listo para llevar tu empresa al siguiente nivel y evitar costosos problemas?

Contáctanos para una asesoría personalizada y descubre cómo podemos optimizar el rendimiento de tu empresa.

Caso de Éxito: Eliminación de Grasas y Aceites en Aguas Residuales de la Industria Automotriz

Add a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *